Un guardián y al mismo tiempo protegido de las aguas de la bahía del puerto de Topolobampo es el delfín el Pechocho, en Sinaloa. Durante su larga estancia la zona se ha convertido en un ícono para los habitantes y turistas, que disfrutan dar un paseo por el mar para verlo y acariciarlo.
El Pechocho habita en las aguas bajas de los esteros del ensenado de El Bichi, donde puedes ver los manglares. Además, según los lugareños, el delfín quedó huérfano, así que creció en completa soledad y ha permanecido durante más de 30 años.
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Se llama Pechocho, ya que debido a que los adultos comenzaron a decirle ‘precioso’, pero los niños no podían hacerlo y empezaron a decirle Pechocho, por eso se le quedó el apodo.
¿Cuál es la historia de El Pechocho?
De acuerdo con el presidente de la Cooperativa de Servicios Turísticos Cerro Partido, José Luis Jiménez Rojo, reveló que el Pechocho nació durante el impacto del huracán Ismael.
“La mamá entró a la bahía, a la ensenada de El Bichi y lo parió mientras estaba impactado por el huracán Ismael; la mamá murió y sus restos se quedaron en este lugar. Se dice que donde mueren los seres queridos de los delfines, ellos también deben morir”, comentó al sitio el Debate.
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Al mismo tiempo los recorridos tienen como principal intención hacer un llamado a la conciencia para aceptar que las personas deben respetar y no poner en riesgo la vida marina’.