Conoce la historia del mercado de Tlatelolco y su importancia

Pasaron 13 años después de la fundación de México-Tenochtitlan cuando una parte de la población decidió fundar su propia ciudad, así nació Tlatelolco.

1428
mercado de tlatelolco
Foto: Instagram/ @psychnpjoe

En la época de México-Tenochtitlan se encontraban dos ciudades, una se encargaba del poder militar, mientras que el mercado de Tlatelolco se transformaría en la ciudad comercial.

De esta manera, el mercado de Tlatelolco se volvió una dinámica ciudad comercial, y su mercado en el primer centro de intercambio del área, donde llegaban toda clase de productos y mercancías.

Te puede interesar: 5 datos curiosos sobre la ciudad de Tlatelolco

¿Cómo se regía el mercado de Tlatelolco?

De acuerdo con los historiadores, las actividades de comercio eran realizadas por los pochtecas, personas especializadas en el comercio a larga distancia entre las regiones del imperio mexica y más allá de sus fronteras.

Los pochtecas vendían o realizaban intercambios de sus materias primas o productos en el gran mercado de Tlatelolco.

El gran mercado de Tlatelolco se ubicaba al suroeste del Templo Mayor de la ciudad; en efecto, esta importante institución de carácter económico operaba en un gran espacio al aire libre donde se reunían compradores y vendedores; había alrededor numerosas habitaciones que eran utilizadas como bodegas y depósitos.

Para mantener el control en el interior del mercado, los tres gobernantes del tianguis cuidaban que todos los puestos estuvieran perfectamente ordenados conforme a los productos que se intercambiaban.

¿Qué más había en el mercado de Tlatelolco?

Aparte de los productos o materiales de distintas regiones, podrás encontrar puestos de comida preparada, donde las cocineras realizaban las tortillas que acompañan los guisos de frijoles y chile.

Estas rudimentarias fondas satisfacían las necesidades tanto de los vendedores como de la clientela en su cotidiana visita al mercado.

También el mercado de Tlatelolco ofrecía alimentos como jitomates, chía, maíz en grano o en mazorca, los frijoles, las calabazas y, naturalmente, los chiles, que se ofrecían a la clientela en puestos especializados en vegetales y legumbres, lo mismo que la fruta, traída principalmente de las tierras calientes, donde el clima era propicio para su crecimiento y maduración.

Al mismo tiempo encontrabas puestos donde había toda clase de hierbas, animales y diversos polvos, e inclusive rocas, que se utilizaban con fines medicinales.

Podrías encontrar cerámica, de distintos diseños y colores, así como decorados llamativos. Los pigmentos y minerales, así como los pinceles con que trabajaban los artistas mexicas, también podían ser adquiridos en el mercado.

Esto es un poco de lo que podías encontrar en el mercado de Tlatelolco, que en su gran esplendor fue uno de los puntos de venta, intercambio y comercio más importantes de México.