¿Qué es la felicidad? ¿Y para qué sirve un Museo de la Felicidad? Para los habitantes de Copenhague, estas preguntas bastante complejas podrían tener una respuesta muy “natural”, sobre todo si tomamos en cuenta que es considerada la “Ciudad más feliz del mundo”; incluso, tienen su Instituto de la Búsqueda de la Felicidad. Y para reafirmarlo, este destino de Dinamarca inauguró el pasado 14 de julio el Happiness Museum, o Museo de la Felicidad.
“Ya sabía que era un chico feliz, ahora entiendo por qué”, dijo Frederik, un visitante de este nuevo recinto creado por el Instituto de la Búsqueda de la Felicidad, organismo danés que tiene la misión de dar a conocer y facilitar las mejores decisiones para el bienestar humano, pero basado en investigaciones científicas.
Un recinto feliz
En un edificio del siglo XVIII, ubicado en el Centro Histórico de Copenhague, en la calle Admiralgade 19, se creó el Museo de la Felicidad, que aborda este estado desde sus orígenes y su evolución, hasta cómo impacta en nuestro cuerpo.
En una de sus 7 salas se presenta un mapa con los países más felices del mundo, entre los cuales los escandinavos lideran el ranking. En Latinoamérica, Costa Rica ocupa el lugar 15.
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El aspecto político es otro de los temas que se exhiben en este museo; se explica por qué algunas naciones son más felices que otras y cómo se puede legislar para alcanzar el bienestar de todas las personas, contribuyendo así a crear un pueblo más feliz y no como el desdichado Afganistán, que se halla al final de esa tabla de ciudades más felices.
La cuestión científica también tiene cabida en el Museo de la Felicidad. Con estrictas evidencias, se revela en qué parte de nuestro cerebro surge la alegría y cómo evoluciona la felicidad con el paso de los años en las personas.
Para los geek, hay una sala sorprendente relacionada con la inteligencia artificial. Para darse una idea del contenido, la página web del museo se pregunta: las máquinas “¿se volverásn emocionalmente inteligentes?, o ¿nuestros teléfonos llegarán a saber cómo nos sentimos? Preguntas inquietantes y hasta generadoras de cierto miedo.
Por último, hay un área de lectura con títulos que se refieren a esta temática. Claro, no faltan los de autoayuda.
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¿Para qué un Museo de la Felicidad?
En entrevista con CNN, Meik Wiking, director de Instituto de la Búsqueda de la Felicidad, desmitificó esa idea errónea de creer que por ser Copenhague una de las ciudades más felices, “la gente imagina que el instituto es como un lugar mágico, con cachorritos o helados, pero en realidad somos un equipo de ocho personas que analizan datos”.
Allí, y de esta forma, nació la idea de crear este museo; “pensamos, ¿por qué no crear un lugar donde las personas experimentaran la felicidad desde diferentes perspectivas y así intentar el hallazgo de algunas respuestas” explicó Wiking.
El danés hygge
En Dinamarca no se cuantifica la felicidad en términos de riqueza individual. Muy al contrario, para describir ese estado se utiliza el término hygge. Si bien no tiene una traducción literal, se podría decir que se relaciona con el bienestar, con el disfrute de las pequeñas cosas, algo tan simple y tan complejo de alcanzar. Pero quizá bien vale la pena intentar esta feliz búsqueda.
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