Si quieres un fin de semana lleno de naturaleza y tradición, entonces tienes que visitar Huauchinango, uno de los Pueblos Mágicos de Puebla. Un destino para disfrutar de sus cascadas, practicar algún deporte de aventura en su presa, conocer sus templos religiosos y degustar una buena trucha. ¡Aunque tiene mucho más por descubrir!
Calentamos motores y a dirigir nuestro andar hacia Huauchinango por la carretera de San Martín de las Pirámides, para luego continuar por la autopista Arco Norte. Son 2 horas y media de camino desde la CDMX y si partes de la capital poblana, es el mismo tiempo de recorrido.
Cuando llegues a Huauchinango, el primer sentido que se sensibiliza con el Pueblo Mágico es el olfato, el cual recibe un delicioso aroma a azaleas y orquídeas que nacen en las orillas del río Texcapa —es algo de lo que presumen sus habitantes—.
Ese aroma perfumado se percibe hasta las calles del zócalo, como Guillermo Ledezma y Manjarrez, donde se pueden admirar sus portales y el exconvento agustino Santuario del Señor en su Santo Entierro, y frente a éste se halla la Parroquia de la Asunción, con su gigantesca cúpula, la tercera más grande de Latinoamérica.
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De aventura por Huauchinango
Antes de explorar el lado más natural de Huauchinango, debes tomarte la foto en la casa y el árbol de Tizoc, dos de los escenarios que formaron parte de la película protagonizada por María Félix y Pedro Infante, ubicados en la ribera de la laguna de Tenango.
Para llegar hasta este punto cinematográfico hay que navegar en lancha, misma que te puede llevar hacia el área donde puedes pescar y, si te gustó este lugar, entonces puedes pernoctar en alguna de sus cabañas.
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Después de tan célebre momento cinematográfico de Huauchinango, ¿qué te parece respirar profundo para continuar ejercitando el olfato? Esto con la intención de llenar los pulmones de aire puro que se desprende de los árboles de los bosques que rodean a la presa de Necaxa.
Ésta se localiza a 10 kilómetros de Huauchinango, considerada un prodigio de la modernidad porfiriana, la cual funcionaba en 1905 como hidroeléctrica. Hoy te ofrece la posibilidad de practicar pesca de truchas y mojarras, para cocinar en sus asadores o en uno de los restaurantes. Si deseas quedarte una noche, dispone de un hotel.
Por último, no dejes de explorar la zona de cascadas de Huauchinango. Entre las favoritas se halla Totolapa; su caída ha formado una poza natural donde se puede nadar, aunque por la temporada no es tan recomendable por su agua fría. También está Salto Chico, donde se permite acampar y practicar rappel.
Otra de las joyas naturales de Huauchinango es Xopanapa, que presume una altura de 15 metros. A su alrededor se hallan piedras de gran tamaño, conocidas por los lugareños como huevos prehistóricos, debido a su forma.