Enclavado en la Sierra Madre Occidental, el Pueblo Mágico de Casas Grandes, en Chihuahua, nos sorprende por sus vistas hacia bosques frondosos y grandes pastizales. Para llegar hasta su encuentro, hay que hacer un recorrido de 260 kilómetros desde la capital del estado.
Es un destino edificado en 1661 que se hace acompañar por las orillas del río con el que comparte su nombre. Ya en su corazón, una plaza principal se rodea por edificaciones antiguas, mismas que provocan caminatas a paso lento para hacer pausas que permitan estudiar y gozar su arquitectura.
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Así es como encontramos su templo parroquial, la misión franciscana de San Antonio de Padua, construida durante el siglo XVII. Pero si continuamos el camino, en nuestro andar llegamos hasta la colonia Juárez, una de las comunidades mormonas más importantes que hay en la región.
Explorar sus calles equivale a hacer un viaje en el tiempo por medio de sus casonas de época victoriana que fueron construidas durante la década de 1900. Pero no es la única arquitectura que seduce al turismo, resulta que a medio kilómetro del Pueblo Mágico se encuentra la zona arqueológica de Paquimé, única en su tipo.
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En Casas Grandes, #Chih, la historia parece detenerse un momento al pasar por un valle, junto al río «Piedras Verdes» y encontrarse con la Hacienda San Diego, propiedad que fuese del chihuahuense Luis Terrazas.
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Vestigios arqueológicos de Casas Grandes
Este asentamiento forma parte de la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde 1998, por la impresionante y laberíntica estructura de sus casas, así como el sistema hidráulico que desarrollaron sus habitantes dentro de una zona desértica.
Aprovechando tu viaje a la zona arqueológica —cuando las condiciones sanitarias lo permitan—, no olvides darte una vuelta por el Museo de las Culturas del Norte, para comprender mejor el bagaje histórico-cultural que encierran estas tierras. Este recinto semisubterráneo es obra del arquitecto Mario Shetjnan, quien se inspiró en el montículo ceremonial de Paquimé, influenciado por el poder de la piedra, la tierra y el cielo.
El nombre de Casas Grandes proviene del raramuri Paquimé, que quiere decir lugar de grandes casonas. pic.twitter.com/upiNFuLSLa
— Gobierno Chihuahua (@GobiernoEdoChih) April 28, 2015
Su colección profundiza en el conocimiento sobre la Gran Chichimeca, desde sus antecedentes hasta el desarrollo de los pueblos que la habitaron. Cuenta con más de 200 fósiles, así como increíbles muestras del trabajo en cerámica y mucho más.
Otro gran vestigio arqueológico cercano a Casas Grandes es la Casa de la Olla, una formación rocosa que forma parte del conjunto localizado dentro del Valle de las Cuevas, donde sus primeros habitantes se dedicaron a la caza y recolección.