El Pueblo Mágico de Cuetzalan, en Puebla, actualmente sigue sin actividades culturales por la emergencia sanitaria, aunque los servicios de sus restaurantes y hoteles operan a una capacidad de 30%.
Sin embargo, sus bosques permiten un interesante desarrollo ecoturístico para su comunidad, que se lleva a cabo de acuerdo con los protocolos de sanidad establecidos.
Es así como las agencias locales inician la apertura de nuevas rutas que llevan directamente a pasajes desconocidos, más que perfectos para evitar la concentración de turismo y multitudes.
Te invitamos a que juntos hagamos un recorrido virtual para descubrir estos rincones del estado, que seguramente te encantarán.
Te puede interesar: Cuetzalan, en Puebla, hermoso como un quetzal
Para seguir descubriendo Cuetzalan
Gruta de Los Duendes
A 10 minutos del Pueblo Mágico —si viajas en auto— encontrarás esta cueva, cuyos habitantes bautizaron así porque aseguran que cuando te adentras, escucharás murmullos, risas y pasos que se atribuyen a los duendes.
Para que disfrutes de esta leyenda, se ofrecen recorridos nocturnos en sus entrañas, con la guía de un experto. Afortunadamente, su terreno es casi plano, así que podrás hacer una travesía tranquila, mientras admiras su gran bóveda de 50 metros de altura.
Una manera diferente de iniciar una aventura 🧗♀🧗♂#Rappel #25m.
— La Gruta del Duende (@GrutadelDuende) March 14, 2019
La Gruta del Duende
$200 pesos por persona pic.twitter.com/XPuZAMdthc
Gruta del Sol
Es otra de las cuevas que se encuentran a 10 minutos de Cuetzalan, ideal para quienes gustan de emociones extremas, pues su terreno cuenta con desnivel, pozas internas y pequeñas cascadas que deberás sortear, para continuar la travesía subterránea que alcanza entre 800 y mil metros de profundidad, que se recorre en un par de horas.
Su nombre se debe a una oquedad que permite la entrada de los rayos del Astro Rey, en punto del mediodía.
Te puede interesar: Villa de los Vientos, el hospedaje de Cuetzalan donde escucharás el susurro de las hadas
Poza de Las Madres
Lo ideal es hacer tu travesía a caballo para llegar hasta su encuentro, aunque una caminata por sus senderos boscosos también resulta interesante. Se conoce con este nombre porque era un lugar frecuentado por religiosas de un colegio, quienes disfrutaban de esta poza formada en el río Cuichat y que tiene 4 metros de profundidad, perfecta para nadar y practicar clavados.
Aquí se permite entrar a refrescarte junto con el corcel que puedas cabalgar, animales que gustan de este espacio que los relaja.
Las Tres Caídas (I y II)
Muy cerca de Las Brisas, la cascada más famosa de Cuetzalan, se hallan Las Tres Caídas (I), saltos de agua a los que puedes arribar luego de caminar 500 metros y una vez ahí, sólo tienes que saltar a una altura de 6 metros para caer en su manantial.
Pero si deseas conocer Las Tres Caídas (II), sube a tu auto y viaja 30 minutos más para explorar este lugar que te devela una poza casi virgen, la más grande de la región, la cual alcanza unos 30 metros de diámetro. Está formada por tres cascadas que descienden de manera escalonada.