¿Quién encerró las almas de los niños en un árbol? Leyenda que hoy en día aterroriza a los pequeños de Aculco

Algunos lugareños aseguran que de su tronco o ramas sale una savia que se tiñe del color de la sangre.

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leyenda de Aculco
Foto: David Connelly/Pixabay

Cuenta una leyenda de Aculco que existe un árbol donde aún yacen atrapadas las almas de tres niños inocentes, quienes fueron víctimas de una bruja que aterroriza con su pura presencia. Paradójicamente se trata de una mujer de exquisita belleza, sin embargo, ningún hombre se acercaba, porque algo en ella inspiraba temor.

Los habitantes -del ahora Pueblo Mágico del Estado de México-, sabían que su familia se dedicaba a la magia negra, razones para que los solteros no tuvieran intenciones de cortejarla ni siquiera se atrevían a mirarla directamente a los ojos, por el miedo que propiciaba. Así se fue quedando completamente sola.

Pasó el tiempo y la joven deseó en lo más profundo de su corazón ser madre, pero nunca consiguió que un caballero cumpliera su sueño, así que poco a poco su aspecto fue cambiando, aquella dulzura en su rostro se opacó, al igual que el brillo de sus ojos. La gente hablaba de su aspecto y condición, así que siempre se burlaban de ella.

La leyenda de Aculco dice que una fuerza oscura se apoderó de su alma, sembrando en su mente y espíritu un odio hacia la gente del lugar. Así que juró vengarse y para lograrlo cerró un trato con el mismísimo demonio. Fue entonces que desapareció el primer niño, tiempo después ya no se sabía nada de un segundo y luego de un tercero.

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La venganza que marca esta leyenda de Aculco

De acuerdo con la leyenda de Aculco, comenzaron a sospechar de aquella mujer a la llamaban bruja. Un día los habitantes se armaron de valor y con antorchas, hachas y piedras en mano se dirigieron hacia su casa, porque tenían toda la intención de quemarla viva, pero nadie se atrevía a derribar su puerta.

Cuando finalmente decidieron entrar por la fuerza, una extraña neblina se hizo presente, mientras un fuerte frío puso a temblar a todos los presentes. La leyenda de Aculco narra que de repente surgió una voz de ultratumba desde el interior del gran árbol que estaba frente a la vivienda.

Primero lanzó injurias y palabras de odio, una vez pasado el desahogo confesó que se trataba de la mujer a la que ellos mismos llamaban bruja y que se había encargado de secuestrar a los menores como un acto de venganza. Entonces un hombre dio el primer hachazo al árbol, fue entonces cuando se escuchó un grito de dolor, similar al de un niño.

Aquella mujer terrorífica comenzó a burlarse, mientras advertía que las almas de los tres niños estaban atrapadas en aquel árbol junto a ella. Quien intentara cortarlo, solo dañaría a los pobres inocentes. Hoy en día, los lugareños aseguran que si se clava cualquier objeto filoso, sale savia blanca que después se tiñe de rojo. De esta manera nació esta leyenda de Aculco.