Los cruceros buscan reinventarse. Si bien aún quedan en la mente algunas imágenes de navíos varados en puertos que cerraron sus puertas por el coronavirus, hoy, luego que Europa, América y Asia están reabriendo paulatinamente sus puertas al turismo, a los cruceros les sigue costando salir adelante.
Si bien hasta el 31 de octubre Estados Unidos mantendrá sus puertos cerrados, en Europa mucho cruceros volvieron a surcar los mares, eso sí, con estrictos protocolos con los que buscan hacer frente la nueva realidad.
«Los protocolos ya están probados, están funcionando bien, son efectivos. Hace un mes que comenzaron las salidas y pensamos aplicar esos mismos protocolos en la temporada en América del Sur, para eso estamos trabajando con las autoridades locales”, afirmó Javier Massignani, director de MSC Cruceros.
Nuevas medidas a bordo
El Mediterráneo es el nuevo escenario para los cruceros que han vuelto a ofrecer sus servicios. Varias empresas aseguran que sus viajes tienen mejores medidas de higiene y seguridad que los viajes en tierra. ¿Pero es realmente así?
Un ejemplo de este nuevo empuje es MSC Cruceros, compañía con sede en Ginebra, Suiza, la cual dio a conocer que aplicará los estrictos protocolos que se llevan a cabo en Europa para sus cruceros por América Latina.
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Para ello, no sólo aplicará la distancia social dentro de sus navíos, sino que todos los pasajeros y el personal a bordo deberán aplicarse un test rápido de antígenos en el puerto, esto con un horario preestablecido y para evitar la aglomeración de personas.
Esta prueba se combinará con un examen médico y una declaración jurada. Si por desgracia el test resulta positivo, se negará el embarque.
Pasar esta fase de filtro no es el paso final en esta nueva realidad de los cruceros, pues a bordo, en pleno viaje, las actividades de entretenimiento se efectuarán en grupos reducidos y sólo con una reserva anticipada.
Las albercas, el teatro, el casino y otros espacios habituales que ofrecen los cruceros también podrán tener acceso solo mediante cita previa y las reservas se completarán mediante pantallas interactivas.
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El área de hospedaje también se adecua a las nuevas reglas: aparte de que se reducirá la cantidad de pasajeros que reciben los cruceros, sólo se habitarán los camarotes con ventanas y balcón, esto para favorecer la ventilación.
En la desinfección de todas la superficies de los cruceros se utilizará la pulverización electrostática y reforzarán los horarios de limpieza. En todo el sistema de ventilación se aplicará la tecnología de luz UV-C que elimina 99.97% de los microorganismo suspendidos en el aire.
Como en los restaurantes en tierra, en los tradicionales buffets se elimina el autoservicio, el cual será sustituido por la elección del platillo —mediante escaneo de un código QR para obtener el menú— que servirá el personal del buffet.
Una mala noticia: los paseos por cuenta propia que algunos pasajeros hacían en algunas escalas están suspendidos.
«Vamos a mantener la burbuja social a bordo, estos cruceros son la solución para unas vacaciones seguras, mejor que cualquier viaje por tierra«, afirmó Massignani, aunque aún falta lo más importante: que se abran las fronteras y se habilite la actividad turística.
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Con información de La Nación
