Para esta temporada de frío nada hay mejor que un caldito caliente. Por ello, te contamos acerca del caldo tlalpeño, un clásico de la gastronomía mexicana y favorito de chicos y grandes.
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Origen del caldo tlalpeño
El caldo tlalpeño nació en la CDMX, exactamente en la zona sur, en la actual alcaldía Tlalpan. Hace años se utilizaban tranvías para transportarse por la ciudad; en la antigua estación de Tlalpan había diversos puestos de comida, en los cuales vendían caldo de pollo.
A una de las vendedoras, conocida como Doña Panchita, se le ocurrió agregar chipotle, queso y aguacate a la receta del caldo de pollo tradicional; con estos tres ingredientes, este platillo se popularizó rápidamente y se le comenzó a conocer como caldo tlalpeño.
El caldo tlalpeño se prepara por lo general con jitomate, cebolla, ajo, calabaza, garbanzos y, en algunas versiones, xoconostle. Uno de los ingredientes clave es el chile chipotle, que le da ese toque especial por el que es tan buscado después de una noche de fiesta.
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Hay otras versiones de su origen: el caldo tlalpeño nació en Xalapa (Veracruz). En esta historia se involucra al ex presidente Antonio Lopez de Santa Anna, quien después de una resaca producida por las fiestas patronales, le pidió a su cocinera que le preparara algo para desayunar; la mujer tuvo que improvisar con los ingredientes que tenía y así surgió el caldo tlalpeño.
Otra versión más apunta a que el caldo tlalpeño es originario de Talpa, en Jalisco. Pero esta historia es menos apoyada.
No importa de dónde venga, sino su delicioso sabor y que es el aliado ideal para los días lluviosos y fríos, o las mañanas después de la fiesta.
Te dejamos una receta para que lo prepares en la comodidad de tu hogar: