La historia de Casa Madero comenzó en 1568, cuando Fray Pedro de Espinareda y Francisco Cano exploraron la zona de Patos y el Valle del Pirineo, también conocido como Valle de Parras, en Coahuila, en busca de oro, pero lo que encontraron fueron manantiales y una enorme profusión de vides silvestres. Al final, una riqueza mayor que la esperada.
En 1594, con la llegada de los jesuitas Jerónimo Ramírez, Francisco de Arista y Juan Agustín de Espinosa al Valle de Parras, y motivados ante tal hallazgo, decidieron establecer la Misión de Santa María de las Parras y, con las uvas de esas viñas, produjeron el primer vino de la región.
Posteriormente, en 1594, Lorenzo García, uno de los pobladores originarios de la región, reconoció las bondades que ofrecía el valle y entabló una relación de paz con los pueblos originarios, reubicándose a ocho kilómetros al norte en otro manantial de agua. Una vez establecido, le solicitó a Felipe II, rey de España, una merced o dotación de tierras.
En 1597, Felipe II autoriza la merced, la cual es entregada por el gobernador de la Nueva Vizcaya, Diego Fernández de Velasco, con el expreso propósito de plantar viñas para producir vino y brandy, dando así paso al nacimiento de la Hacienda de San Lorenzo, hoy conocida como Casa Madero, con un documento que certifica su fecha. El nombre comercial que adquirió entonces fue Bodegas de San Lorenzo.
El documento en cuestión certifica que las Bodegas de San Lorenzo son la vitivinícola más antigua de toda América. Desde esa fecha ha estado en operación de forma ininterrumpida.
En 1628, Luis Hernández Escudero adquiere la Hacienda de San Lorenzo. Posteriormente, esta propiedad pasa a manos de Juan de Oliden, un español radicado en Zacatecas. Para 1699 la Corona española decretó la producción de vino excepto para el uso eclesiástico; sin embargo, la hoy conocida como Casa Madero continuó produciendo vino en la región, siendo la iglesia su principal comprador.
En 1705 la Hacienda de San Lorenzo fue adquirida por Juan de Miranda, después volvió a cambiar de dueños en 1755, tras la compra de Juan de Lazaga. En 1815 pasó a manos de Manuel Ibarra y Manuel Larrea, pero en 1821 Manuel Ibarra compró las acciones de Larrea y creó, junto con su esposa, la sociedad Doña Isabel Goribar de la Fuente e hijos.
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Nace Casa Madero
El 12 de abril de 1893, Evaristo Madero, patriarca de la familia Madero y abuelo del presidente Francisco I. Madero, compró la hacienda por medio de la compañía francesa San Lorenzo Mexique, en 500 mil francos. A partir de ese año adquiere el nombre comercial de Casa Madero.
En 1910, Francisco I. Madero es electo presidente de México, año en el que explotó la Revolución Mexicana, motivo por el cual la familia fue perseguida por los revolucionaros, por ello los hombres tuvieron que huir al extranjero en busca de refugio.
En 1947 Casa Madero S.A., por iniciativa del enólogo José Salinas Iranzo, crea la serie radiofónica Así es mi tierra, programa que destacó en el ámbito nacional y fue transmitido por la XWQ y la XEQQ, posteriormente fue trasladado a la XEW.
Años más tarde, José Milmo toma la dirección de Casa Madero e importa 33 diferentes variedades de uvas finas para la elaboración de vino, con el fin de hacer pruebas de adaptación al Valle de Parras, siendo en 1973 cuando alcanza su máximo nivel de calidad, vanguardia y visión.
Siete años después comenzó la nueva etapa de producción de caldos con equipos de la más alta calidad europea y californiana. Para la década de 1980, Casa Madero vivió el auge de producción de bebidas destiladas como Blanco Madero, Reserva de la Casa, Madero Brandy y Madero XXXXX.
En 1989, Casa Madero envía las primera muestras de vino a competencias internacionales y recibe preseas mundiales en dos justas: tres medallas en Monde Selection, de Londres, y una en InterVin International Wine Award, de Nueva York.
En 1991 llegó al Valle de Parras la uva Shiraz, la más emblemática de Casa Madero y de todo el valle. Seis años después, para conmemorar los 400 años de Casa Madero, se libera la primera cosecha de Casa Grande Cabernet Sauvignon.
En 1999, Casa Madero se hace presente en 27 países gracias al aumento de su producción y exportación, conservando una línea de Gran Reserva únicamente para México.
Sin embargo, los mejores años estarían por venir, pues en 2001 se liberó la primera cosecha de Casa Grande Shiraz, vino con 24 meses de barrica, con la línea Premium de la bodega. Se convierte en el emblema de Casa Madero, misma que la hace acreedora a la medalla de Oro en el Concurso Mundial de Bruselas 2003, uno de los eventos más prestigiados en el planeta.
En ese mismo año, Casa Madero abre sus puertas para visitantes y amigos, con el fin de que conozcan los procesos de enología y vinicultura de la bodega. Para 2006 llegó el mayor premio: ni más ni menos que de la medalla Gran Oro en Vinitaly —un concurso y exposición internacional de vinos que se celebra cada año en abril en la región vinícola italiana de Verona— al Gran Reserva Chardonnnay.
En 2007 lanzó la primera cosecha Casa Madero 3V, un vino categoría Reserva creado especialmente como marca privada para una aerolínea mexicana; fue servido en vuelos de clase ejecutiva y posteriormente se convirtió en uno de los más exitosos de su historia. Esta exquisitez se crea con el ensamble de tres variedades de uva: Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo.
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Un año más tarde, Casa Madero adquirió la mejor tecnología que existía en barricas, al usar de tostado de convección, tostado tradicional y mixtas, convirtiéndose en pionera en usar dichas barricas.
En 2009 lanzó Casa Madero 2V y V Rosado, los cuales rápidamente se posicionaron como los favoritos del mercado nacional. Para 2010 adquirió la Certificación ISO9001:2008 en la fabricación de vino y bebidas destiladas, convirtiéndose en la primera vitivinícola en México en adquirir la certificación total en sus procesos de viñedo y bodega.
Tres años después se hizo su Chenin Blanc recibió en París una medalla de oro como el mejor vino blanco de toda la competencia, uno de los galardones más importantes.
En 2014, el Concurso Mundial de Bruselas le otorga importantes reconocimientos a Casa Madero: cinco medallas de oro, plata y bronce, además de un nombramiento como «Vino Revelación 2014» al vino Casa Madero Malbec Cosecha 2012.
Hoy Casa Madero sigue siendo una vitivinícola que cuenta con los más altos estándares de calidad.