Hoja Santa es más que un condimento: ¿Sabías que tiene propiedades curativas?

Su uso medicinal se extiende por Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo, donde los médicos tradicionales conocen bien sus beneficios.

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Hoja santa
Foto: nataliaec/Shutterstock.com

La hoja santa es esencial para la cocina tradicional mexicana, varios platillos nacionales la usan como condimento, para dotarlos de un verdadero sabor exquisito e inigualable, así encontramos su presencia y aroma en tamales de diferentes estados, en algunos moles oaxaqueños, incluso en en la preparación de pescado, pero la lista es interminable. 

También es conocida como hierba santa, acuyo o jaco y los científicos la llaman Piper auritum. Los ancestros contaban que su nombre se debe a que la Virgen María eligió el arbusto de esta planta para tender los pañales recién lavados del Niños Díos, por el agradable y dulce aroma que desprende la especie. 

Una historia que no tiene sentido cuando la hoja santa es endémica de la región que se denominó como Mesoamérica. Así que es probable que durante la etapa de evangelización, sus responsables hayan creado esta leyenda, la cual ha sido transmitida por generaciones.

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¿Qué beneficios para la salud ofrece la hoja santa?

Además de su uso en la gastronomía de México, pocas personas saben que la hoja santa posee propiedades medicinales que ayudan a combatir varios problemas de la salud. Los médicos tradicionales cuentan con un amplio conocimiento sobre esta especie, así que emplea para sanar en Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo.

Se aplica principalmente sobre afecciones en la piel, para inflamación vaginal, infección en la matriz, aumenta la producción de leche en las mujeres que amamantan -denominado galactógeno-, trastornos en el aparato digestivo, contra la bronquitis, reumatismo, fiebre, así como para acelerar el parto, cuando la hoja santa se remojada en alcohol.

De acuerdo con los expertos, el arbusto puede medir entre uno a 1,5 m, mientras que sus hojas alcanzan 26 centímetros, las cuales son ovaladas,  perfumadas y su textura parece aterciopelada. En México se desarrollan desde el centro hacia el sur, pero su crecimiento también es propio de Venezuela, Perú y recientemente se introdujo en Bolivia.