Conoce los atoles preferidos de México y dónde probarlos

Endulza y calienta tu corazón con éstos deliciosos atoles mexicanos.

Atoles preferidos de México y dónde probarlos
Foto: gob.mx/agricultura

Los tiempos de frío están por llegar al país y para aminorar los estragos de las bajas temperaturas nada mejor que unos buenos atoles, es por eso que a continuación te decimos cuáles son los preferidos de México y dónde puedes disfrutar de su exquisito sabor.

Los atoles está intrínsecamente ligados con los tamales; sin embargo, también se pueden disfrutar con exquisito pan caliente, galletas o con lo que gustes. Es por eso que te dejamos algunos de los más deliciosos y preferidos de los mexicanos.

Te podría interesar: Atole: la historia del fiel acompañante de los tamales

Atoles de México que debes probar

Atole de maíz nuevo (Yucatán)

Es una bebida de granos de mazorcas tiernas molidas y mezcladas con agua, azúcar y sal. Se prepara principalmente en la península de Yucatán. Por lo complejo de su preparación debe elaborarse desde un día antes de tomar, o muy temprano.

Para hacerlo se cuelan los granos molidos después de desleírse y haber reposado en agua caliente. Luego se pone a cocer con azúcar y sal hasta que hierva. Posteriormente se sirve en jícaras y se espolvorea con chile rojo molido. Este atole se ofrece por la cosecha a Chaac, dios de la lluvia; también se toma durante la celebración del Día de Muertos.

Atole de masa (Nuevo León)

Este es otro de los atoles preferidos de los mexicanos, principalmente durante la cena o el desayuno, ya que es caliente y tiene un sabor delicioso. Se elabora con maíz molido, que al hervirlo en agua, adquiere una textura de masa.

No lleva azúcar, por lo que se acompaña de frutas o canela. En la Sultana de del Norte estilan tomarlo durante las mañanas, como un alimento rápido para no andar con el estómago vacío.

Chorote (Tabasco, Chiapas y Yucatán)

Esta bebida es típica de Tabasco, Chiapas y la Península de Yucatán y se prepara con un fermentado de masa de nixtamal y cacao molido. Para alcanzar su punto adecuado de fermentación se deja reposar en el apaste, un recipiente de barro ovalado y largo.

Pozol (Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y la Península de Yucatán)

Otro de los atoles que no debes dejar de beber es el pozol, una bebida que alimenta y brinda energías durante extensas jornadas de trabajo. Este se toma frío y su origen se remonta a la época prehispánica donde los Mayas-Chontales preparaban el pozol con maíz y cacao, pero bajo el nombre de «pochotl«.

Hoy en día el pozol no se sirve en jícaras labradas, en algunos lugares es común que se sirva en la cubiertas de los cocos. Quienes preparan esta bebida refrescante aseguran que quita la sed y brinda energía, de ahí que fuera tomada por viajeros.

Atole de ceniza (Costa del Golfo y del Pacífico)

Es otro de los atoles de México que destacan por su sabor, esta bebida de masa de maíz y ceniza fina de fogón desleídas en agua y endulzada con azúcar o panela (especie de piloncillo). Se prepara en diferentes regiones del país y se le da principalmente a las mujeres que recién han parido o a los enfermos, aunque también se toma cotidianamente.

Chileatole (Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla)

Este es uno de los atoles que más seducen los paladares de los mexicanos. Proviene del náhuatl chilli, chile y atolli, atole. Es un atole con chile, que muchas comunidades y pueblos originarios consumen con gran arraigo desde la época prehispánica.

Este es el único de los atoles que es salado o picoso. Se prepara con elote, chile de árbol y epazote, así como otros ingredientes, los cuales cambian según la región donde se elabora. Para muchos mexicanos es reconocido como un guiso de carne de pollo, cerdo o res.

Te podría interesar: Prueba el delicioso y tradicional atole de pinole

Champurrado (Valle de México)

Este es el que más les gusta a los chilangos, y es que casi nadie puede resistirse a un buen champurrado con una deliciosa y regordeta guajolota (torta de tamal). Este compuesto generalmente de pinole o masa de maíz desleída en agua con chocolate de metate, maíz tostado y molido y piloncillo.

Tradicionalmente se prepara en una olla de barro y es el acompañante perfecto de los tamales. Se distingue del resto por estar elaborados con ingredientes que en el pasado fueron muy apreciados, por ello se considera una bebida especial para fechas importantes. Incluso fue mencionado por Hernán Cortés en sus Cartas de Relación y por Francisco Hernández, en Historia Natural de Nueva España.