Desde 1991 se decretó al Centro Histórico de Morelia como Patrimonio Cultural de la Humanidad, gracias a que presenta tres características que favorecieron su nombramiento ante la Unesco.
Para comenzar, el Centro Histórico de Morelia es poseedor de una exquisita y fascinante arquitectura, integrada por mil monumentos y edificios históricos con gran valor artístico. Cuenta con diferentes corrientes: renacentista, barroco, colonial y neoclásico, que se mezclan con el estilo afrancesado de la época del Porfiriato.
Sin embargo, hay dos elementos interesantes que se rescatan en su diseño. El primero tiene que ver con la forma de su ornamentación en exteriores, donde resalta detalles escultóricos y vegetales conocidos como barroco moreliano, un componente imprescindible en el Centro Histórico de Morelia.
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#FelizJueves desde la histórica #Morelia y su paisaje arquitectónico con centenares de edificios antiguos de cantera rosa tanto barrocos, como neoclásicos y renacentistas que conforman un bello conjunto homogéneo. Su Centro Histórico es Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. pic.twitter.com/Kz5wQBp8UY
— SECTUR México (@SECTUR_mx) December 5, 2019
Descubre el Centro Histórico de Morelia
El segundo tiene que ver con el tono rosado en la mayor parte de las fachadas, pues para su construcción se utilizó cantera rosa, material típico del estado. Pero ahora hablemos de la segunda característica que contribuyó para que el Centro Histórico de Morelia, fuera considerado como Patrimonio Cultural: Su planeación urbanística.
Resulta que la actual capital de Michoacán se edificó en lo que se conocía como Guayangareo, territorio que los matlatzincas recibieron de los purépechas. Se dice que desde la época prehispánica contaba con un trazado bien planeado, el cual se extendió durante el proceso de colonización.
Por último, este destino también fue uno de los principales escenario de la historia de México: Se fundó como la Nueva Ciudad de Michoacán en 1541, por el Virrey Don Antonio de Mendoza y posteriormente se llamó Valladolid -1578-, para cambiar una vez más de título como Morelia, en 1882, en homenaje a José María Morelos y Pavón, nativo de esta tierra.
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