Hacienda Panoaya, parada obligada en Amecameca

Un destino que encierra historia, arquitectura, naturaleza, aventura y mucha diversión

2056
Hacienda Panoaya
NOE PARRA/Flickr

Si has decidido viajar por tu árbol de Navidad ecológico al municipio de Amecameca, entonces tienes que visitar la Hacienda Panoaya, uno de los tesoros arquitectónicos más impresionantes del Estado de México

Su fachada del siglo XVII se embellece aún más por su cercanía con los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, regalando a nuestro lente humano una de las postales más fascinantes que podemos presenciar.

Su restauración estuvo supervisada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que ha permitido recrear la atmósfera de aquella época.

Pero hay mucho más por descubrir. Sus paredes ocultan sucesos históricos que endulzan el oído: fue el hogar de la Décima Musa durante cinco años, cuando aún era una niña; razón para refugiar el Museo de Sor Juana Inés de la Cruz.

Otro recinto cultural en la Hacienda Panoaya es el Museo de los Volcanes, donde puedes conocer todo sobre estos colosos.

Un reino animal en la Hacienda Panoaya

En la actualidad, es un parque ecoturístico con una extensión de 60 hectáreas, donde se disfrutan actividades como tirolesa, pista de obstáculos, remar en su lago, pedalear en lancha, perderse entre su laberinto inglés con 5 mil metros cuadrados, paseo en tractor, taller de queso y huerto orgánico. 

Te puede interesar: Aventúrate a las Grutas de la Estrella en Tonatico, Estado de México

Sin embargo, uno de los atractivos más importantes de la Hacienda Panoaya es la serie de secciones que permiten una convivencia cercana con animales de diferentes especies.

Allí podemos alimentar a la jirafa Coco, así como a las aves que resguardan en el aviario. Además, en el parque hay venados acariciables —seres llenos de ternura— o se pude disfrutar del show de animales asombrosos.

También ofrece una alberca climatizada semiolímpica, un área para acampar, otra para celebrar un picnic en familia. Si esta idea no convence, existe la opción de comer la gastronomía local de su restaurante: conejo, cecina, mixiote de pollo, carnitas y mucho más.

Si te alcanza la noche, no te preocupes, pues puedes hospedarte en su Hotel con Spa, donde todas las habitaciones tienen vista hacia los volcanes.  

Te puede interesar El Oro, Pueblo Mágico en el Estado de México