El Callejón del Beso, ubicado en Guanajuato fue clausurado este miércoles 5 de octubre, es una triste noticia para los amantes que no alcanzaron a cumplir con la tradición de besarse en este lugar.
La clausura vino después de que fuera impuesta una multa a la propietaria del lugar, porque sí, el Callejón del Beso tienen dueña. Durante esta madrugada el personal de la Dirección de Imagen Urbana y Gestión del Centro Histórico, colocó dos enormes tablas de madera a modo de clausura, acompañadas por un sello que indica la suspensión de la obra, por motivos de seguridad.
La dueña y quienes laboran en el lugar, deberán respetar la suspensión de las labores que ahí se realicen, de no respetarse esto, o incluso en caso de obstaculizar las funciones del personal de Ordenamiento Territorial, podría traer consigo consecuencias penales o civiles.
Desde la última semana de septiembre regresó la queja de la señora Norma Luz Gámez Moncada, propietaria de la casa donde se encuentra el balcón de Ana, en la que señala el hostigamiento de fotógrafos de la zona, hecho que provocó que se volviera a colocar una manta de protesta en el Callejón del beso, ahora solicitando intervención del gobierno municipal, estatal y hasta federal.
El alcalde Alejandro Navarro Saldaña advirtió que si este martes no llegaba a un acuerdo con los propietarios de las casas del Callejón del Beso se clausurarían ambos balcones.
Si vas a Guanajuato, ya no podrás besar a tu pareja y tomar la típica foto que todos los novios tienen en ese lugar.
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La leyenda del callejón del Beso, el rincón más romántico de México
Cuenta la leyenda que en la época Colonial existía una bella joven llamada Carmen la cual era hija de un hombre rico que era bastante celoso y sobreprotector; por lo que no permitía que su hija se relacionara con los demás hombres del pueblo, especialmente los de clases sociales bajas, ya que como señorita de sociedad debía casarse con alguien de su posición.
Cierto día en la iglesia, Carmen conoció a Carlos un humilde minero del que se enamoró profundamente y ambos comenzaron un romance secreto. Un día fueron descubiertos por el padre de la chica y esté encerró a la muchacha amenazándola con enviarla a un convento si volvía a desobedecerla.
El pobre minero pensó mucho en como volver a encontrarse con su amada, así que ideo un brillante plan: Adquirir la casa que se encontraba enfrente de la de su amada.
Debido a muchos esfuerzos pudo comprar la propiedad y así continuar con su amor, ya que el callejón era tan angosto que podían tocar con la mano la casa vecina.
Un día mientras los jóvenes enamorados se juraban amor eterno desde sus respectivos balcones, no se percataron de que el colérico padre de Carmen se había enterado de todo y en un arranque de furia clavó una daga en el pecho de su hija, mientras que Carlos sólo pudo dar un tierno beso en la mano exangüe de su amada.
Carlos no pudo con la pena de perder a su gran amor y se lanzó desde el tiro principal de la Mina de la Valenciana.
Desde entonces se dice que si visitas El Callejón del Beso con esa persona especial, deben besarse en el tercer escalón del callejón y así tendrán siete años de felicidad, si no lo haces, los siete años serán de tristeza.
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